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Las manos son nuestra carta de presentación, es algo que dice muchos sobre nuestra imagen y cuidado personal. Con las uñas pasa igual y debemos cuidarlas con la misma intensidad que nuestro rostro, nuestro cabello o todo el cuerpo en general. Para esto se debe incluir en nuestra rutina de belleza habitual la tarea de cuidarlas.
Te dejo algunos consejos para que las uñas dejen de estar amarillentas, dejen de abrirse en capas o se rompan con cualquier roce, para que tengas unas uñas sanas y fuertes.
Consejos para el cuidado de las uñas
1. «Alimenta» tus uñas
La alimentación influye mucho en el aspecto de nuestras uñas. Una enfermedad o una carencia grave de vitaminas puede reflejarse en nuestras uñas de forma muy evidente.
Por lo que se recomienda el consumo de alimentos ricos en vitamina A y B, si tienes unas uñas frágiles, deberás comenzar por incrementar la presencia en tu dieta de cereales, levadura de cerveza, tomates, pimientos rojos, zanahoria, nueces, almendras, crustáceos y pescados. También se recomienda un consumo equilibrado de productos lácteos, que aportan el calcio necesario para lucir unas uñas sanas y fuertes.
2. Protégelas de la humedad y las agresiones
Usa siempre guantes para fregar y todas las labores que supongan una agresión para tus uñas como jardinería, bricolaje y manualidades con productos agresivos ya que mantener las uñas en contacto constante con la humedad y los jabones provoca que se deterioren y hasta que aparezcan hongos.
3. Hidratar las uñas
Las uñas también necesitan su dosis de hidratación para estar sanas y fuertes. Para ello se puede realizar algo tan sencillos como los baños en aceite de oliva. Deja las uñas a remojo durante 5 minutos y después le das un masaje para que absorban los nutrientes lo mejor posible. Si además quieres endurecerlas, aplica unas gotas de aceite de ricino.
4. Cuida tus cutículas
Igual que cuidas tus manos de vez en cuando, debes hacerlo con tus cutículas. Por eso, siempre que te apliques crema hidratante en las manos la extiendes también por las cutículas o un aceite de cutículas, dando un pequeño masaje.
Nunca las recortes, a no ser que detectes alguna piel o padrastro. Solo empújalas una vez hidratadas con ayuda de un palito de naranjo o un bastoncillo de algodón impregnado en aceite. Hazlo dibujando pequeños círculos con los que vayas retirándolas poco a poco. Así prepararás la superficie para la manicura y las dejarás bien acondicionadas.
5. Cortar las uñas
Aunque es preferible usar la lima a la tijera, puedes cortarte las uñas si están demasiado largas. Hazlo siempre con una tijera apropiada o con cortauñas y siguiendo la forma de la cutícula, que será la forma natural de tus uñas. El mejor momento para hacerlo es cuando tenemos las manos mojadas.
6. Cómo limarlas
Usa una lima de cartón para que el limado sea menos agresivo, sumerge las manos en agua tibia con un poco de jabón durante unos minutos. Así conseguiremos no agredir demasiado las capas de la uña.
Lima desde un lado hacia el otro siguiendo siempre la misma dirección y con pasadas largas y suaves. Nunca limes con movimientos de ida y vuelta. En los extremos, pasa la línea ligeramente en diagonal conectando el movimiento con el resto del filo de la uña. Para eliminar los restos que se hayan desprendido, pasa la lima en posición vertical de arriba hacia abajo por el canto de la uña, en movimientos de una sola dirección.
7. Blanquear las uñas en casa
Si tus uñas están amarillas y quieres blanquearlas, puedes hacerlo de vez en cuando poniéndolas en zumo de limón
La aplicación de esmaltes de color puede llegar a amarillear la uña. Para evitarlo, trata de usar una base antes de aplicar el esmalte. Además, si tus uñas han amarilleado y quieres limpiarlas, puedes hacerlo de vez en cuando poniéndolas en zumo de limón. También funcionan como blanqueantes los masajes con la pasta elaborada con limón, bicarbonato y aceite de oliva. Además si pones a remojo tus uñas en leche con zumo de limón durante unos minutos a diario comprobarás que se blanquean.
8. Retirar el esmalte
A la hora de retirar tus esmaltes elige siempre productos suaves, sin acetona, porque estos debilitan la keratina de las uñas y las resecan. Tardarás más tiempo en retirar el esmalte pero será siempre en beneficio de la salud de tus uñas.
9. Déjalas respirar
Aunque te encante ver tus uñas decoradas, de vez en cuando conviene dejarlas respirar, al natural. Además, intenta no pintártelas más de una vez por semana para no maltratarlas en exceso. Si lo haces, emplea quitaesmaltes sin acetona y protege siempre tus uñas.
Remedios caseros para fortalecer las uñas
Hay tres ingredientes caseros que resultan muy beneficiosos para nuestras uñas: el ajo, que fortalece las uñas y evita la aparición de hongos; el aceite de oliva, que las nutre, y el zumo de limón, que blanquea y endurece la superficie.
Por eso puedes hacer un tratamiento a base de una mascarilla casera muy fácil de preparar: consiste en mezclar un diente de ajo con aceite de oliva y zumo de limón, todo bien machacado hasta conseguir un pasta.
Puedes guardar este tratamiento en un pomo limpio y aplicarla siempre que puedas. Ten en cuenta que queda olor a ajo, así que procura tener suficiente margen para no tener que salir de casa con las manos oliendo a ajo.